jueves, 23 de octubre de 2008

Tras la tormenta

Las olas del mar sin luna
La tempestad del pacifico norte
El sabueso de mar anclado y ya sin barco
La sal...
En las nutridas aguas del origen se debaten la tristeza de mi naufragio con los últimos resabios del corazón.

La sal, la muerte, la sal, el ancla, la sal
Me arrancan la esencia
Deshidratan mi carne
Recuecen el mismo humor de estos ojos ciegos
El agua se me escapa por los poros y…
Ahora el vacío suplanta en mis venas la fuerza de mi antes nitrido corazón.

Al agua abandona mi cuerpo
Reemplazada por la sal
Y no halla más sustento en este deshidratado vaso
Se me funde con los dedos
Que de agua misma y peces se disfrazan
Para dar cuenta de lo inmaterial que el mar ahora me ha vuelto.

-décima luna-
Yaxkin 2008

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